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Suburbia Killer
Me aterran tanto las series de televisión españolas que en cada escena de los ocho episodios de “Suburbia Killer” o “El Inocente”, pensaba: “Aquí, ahora viene ese absurdo que lo arruina todo”. La sombra de Alex Pina me persigue. Tengo que admitirlo.
Pero en esta serie de Netflix dirigida por el catalán Oriol Paulo y rodada en Barcelona, ​​donde también está ambientada parcialmente, no hay rastro de esas cosas que habitualmente arruinan todas las series españolas. ¿Será que Oriol Paulo es catalán? ¿O que está sacado del libro del mismo nombre del estadounidense Harlan Coben cuyos trabajos ya han pasado y pasarán por la conocida plataforma de streaming? Por tanto, no es una idea nacida en España.
Hay que decir que algunos que han leído el libro, escriben que la serie de televisión de Oriol Paulo mantiene la tensión más alta. De hecho, hay que reconocer, a pesar de no haber leído la obra de Coben, que "Suburbia Killer" tiene la ventaja de tener una narrativa tensa y bien pensada que mantiene al espectador alerta hasta la última escena del último episodio. Y la forma de contar es el buque insignia de toda la serie que, además de la trama dramática, encuentra una forma original de presentar a los personajes, presentándolos al inicio de cada episodio con su pasado y sus esperanzas. Espera, sí, porque “Suburbia Killer” gira en torno a nuevas oportunidades, nuevas vidas, pero sobre las que se vislumbra un pasado doloroso.
Mateo “Matt” interpretado por Mario Casas, famoso actor español que, en lo que a mí respecta, he apreciado varias veces en las películas de De La Iglesia, es el protagonista de esta intrincada historia, un thriller psicológico, un rompecabezas de situaciones. Liberado de prisión después de cuatro años por causar la muerte de un chaval en una pelea, intenta rehacer su vida. Y lo consigue. Se gradúa, se convierte en abogado, trabaja en la oficina de su hermano y conoce a Olivia que se convierte en su esposa y con quien está a punto de tener un hijo.
Aquí, donde los encontramos, pasa algo. Olivia se va al trabajo y llegan mensajes extraños y fotos al celular de Mateo. Es el inicio de una serie de situaciones que descubren el pasado de todos los protagonistas, incluidos los policías, destacando los secretos, errores y rencores de un pasado que todos creían olvidado.
"Suburbia Killer" no desdeña mostrar, sin embargo sin exagerar, momentos "splatter" o situaciones pulp, con algunos límites de credibilidad. Una serie que también nos adentra en el mundo de la prostitución y la explotación, tocando curiosamente otra obra española de este año: "Sky Rojo". Pero Paulo habla de eso de una manera más cruda, menos pop y sin lujos.
Eso sí, no falta el aspecto romántico que no se porque debe estar en todas las series españolas. Una cosa que hace que "Suburbia Killer" se deslice un poco, sobre todo al final, pero, afortunadamente, no estropea una serie que fue una grata sorpresa. Con Mario Casas encontramos otros intérpretes de español bastante conocidos en casa y con experiencia en el extranjero. La madrileña Aura Garrido, coprotagonista y premiada actriz de cine, televisión y teatro, Alexandra Jiménez, de "Los Serranos" y sobre todo de la adaptación cinematográfica de "Toc Toc", Martina Gusmán conocida por el crimen argentino "Carancho "y Juana Acosta.