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perdone los errores

 

Studio 666


Mientras escribo este post, están pasando en la tele un documental sobre el grunge. Y teniendo en cuenta que dos de sus protagonistas fueron fundamentales en ese periodo, y dada mi afición por las películas en las que intervienen bandas/músicos, puedo decir que estoy de buen humor. Y que perdonaré algunos errores básicos de esta película de 2022. Sabed esto.
Así pues, esos chiflados Foo Fighters saltan al cine con una comedia de terror tan salvaje por partes como algunas de sus mejores y más conocidas canciones. Aunque también hay que decir que hay algo de melancolía porque vemos al fallecido Taylor Hawkins.
Aparte de eso, aquí encontramos mucha autoburla, mucha sangre y mucha inspiración tomada del cine de terror, del cine de serie b y yo diría que, sobre todo, de los slashers.

El bueno de Dave Grohl (uno de los dos que mencionaba al principio y creo que sobra el non es necesario decir más), además de ser el protagonista pone su firma en el guion junto a Jeff Buhler y Rebecca Hughes. La dirección es de BJ McDonnel, director de Hachet III y de varios vídeos musicales de Slayer.

La idea de Studio 666 nació en 2019. Los Foo Fighters alquilan una gran casa en Encino para grabar el álbum 'Medicine at Midnight'. Sin embargo, algo sale mal, ocurren sucesos extraños y las guitarras desafinan. Esto lleva a la banda a pensar que la casa está maldita y, sobre todo, embrujada.

Nos trasladamos a la época de la pandemia y los encontramos allí, en esa misma casa, mientras ruedan en secreto esta película, que es también una sátira de la dinámica creativa de las bandas y de la industria musical. Sobre todo los despiadados managers ávidos de dinero.

2019, los Foo Fighters están en plena crisis artística. Dave Grohl ya no puede escribir nada convincente. Así que, bajo la presión de su mánager, la banda se retira a una villa en Encino, donde en 1993 un miembro de una banda entonces famosa mató a todos sus compañeros.
El lugar adquiere inmediatamente las clásicas connotaciones espeluznantes y un accidente se lleva por delante a uno de los roadies interpretado por el guitarrista de Slayer Kerry King. Todos están asustados y quieren volver a casa, pero Dave Grohl sufre una especie de fascinación que le lleva a convencer a los demás para que se queden y, sobre todo, consigue volver a escribir canciones convincentes. Por supuesto, uno a uno los miembros de la banda tienen un mal final, asesinados, descuartizados y demás. Un precio justo a pagar por un buen disco, ¿no?

Todo es exagerado y deliberadamente demencial en Studio 666, que, entre citas y apariciones importantes, Jenna Ortega, John Carpenter (también coautor de la música de los créditos iniciales) y un extraordinario Lionel Richie, consigue su objectivo. O dicho en clave rockera: su 'puto' deber.
Por lo demás, Grohl está bien y es capaz, al igual que sus compañeros, con predilección por Pat Smear (el otro que mencionaba al principio). Quizá podrían haber exagerado aún más, habernos dado más, pero aun así Studio 666 es una buena película de rock.