hecho con
google translate
perdone los errores
El regreso de los muertos vivientes
Esta
película podría convertirse en una especie de Biblia para
los teóricos de la conspiración. Porque aquí se
revela que Night of the Living Dead no era una historia inventada, era
todo real, pero luego el gobierno lo hizo pasar como una
película. Poderes fácticos que también esconden un
gas capaz de reanimar a los muertos en un almacén de productos
sanitarios. Y luego está la lluvia, más química
que nunca. "No nos lo dicen todo" a la enésima potencia. The
Return of the Living Dead, que no tiene nada que ver con las
películas de Romero—de hecho, se distancia de
ellas—también debería servir como una guía
para directores y productores sobre cómo hacer una
película o serie de zombis llena de acción,
diversión y sangre.
Una película muy bien escrita por Rudy Ricci, John Russo,
Russell Streiner y el propio director, el debutante cineasta Dan
O’Bannon, un conocido guionista (véase Alien,
Desafío Total, Lifeforce, y mucho más). El trabajo de
O’Bannon, descrito por los actores como un gran fastidio,
comienza con fuerza, atrapando al espectador de inmediato. Durante la
primera mitad, es un crescendo de acción y diversión gore
que se complementan, mostrando efectos especiales más que
decentes para el género.
En la segunda mitad, hay que decirlo, la película baja un poco.
No en intensidad, sino en sorpresas, asentándose en los carriles
clásicos del género pero recuperándose con un
final completamente a la altura de lo prometido al principio.
Frank, el experto gerente del almacén de productos sanitarios,
para impresionar a un novato, lo lleva a ver un contenedor escondido en
el sótano que contiene un gas poderosísimo que el
gobierno de los Estados Unidos les pidió esconder. Por un
accidente trivial, el gas se escapa y reanima varias cosas, incluido un
perro cortado por la mitad. Al mismo tiempo, un grupo de punks hace
fiesta en un cementerio, mientras que Ernie, en su tanatorio cercano,
trabaja en la momificación de un cadáver. El gas,
naturalmente, sigue causando problemas, alcanzando su punto
álgido cuando en el tanatorio queman a uno de los
cadáveres gaseados y la lluvia hace caer las partículas
de gas sobre el cementerio.
Lo que sigue es la clásica invasión con masacre de zombis
que, por una vez, diría que por primera vez, corren
rápido, hablan (algunos solo dicen
“¡Cerebros!”) y se definen como zombis. The Return of
the Living Dead es una película realmente divertida y bien
hecha, que además regala a los amantes del horror algunas
escenas deliciosas. Un reparto experimentado y capaz de dar vida a
grandes personajes completa esta auténtica joya del cine trash,
acompañada por una banda sonora con grandes grupos de rock como
The Cramps y The Damned.
Y de todos modos, si no te gustan las películas de zombis,
seguramente apreciarás la escena con Linnea Quigley, la famosa
scream queen, bailando desnuda sobre una tumba en el cementerio. Un
momento, como el gas, que por seguro resucita a los muertos.